viernes, 9 de diciembre de 2011

Manières

Me acostumbré a tu sonrisa de niño bueno(o de chico malo), a tu forma de sentir, a tu forma de dibujar un beso fugaz en mis labios, a ese tatuaje en tu espalda. Me acostumbré a perderme en el azul de tus ojos, a tu forma de cantarme al oído, a tu particular forma de poder hundirme con tan solo una palabra.

Me acostumbré a esa idea de futuro que tenia contigo, a tus detalles, a tus “Hola” y tus “Adiós, princesa”, me acostumbré a empezar a desabrocharte esa camisa negra por el primer botón(y seguir por el segundo, el tercero,..).
Hasta que me di cuenta de que tan solo te quería ya por costumbre.

1 comentario:

  1. Wow. Un precioso desarrollo con un impactante final. ¿Terminaremos siempre queriendo por costumbre? Sería genial poder salirse a diario de la rutina, hasta que la variedad se convierta en la rutina misma. En fin, que me lío.

    Muy bonita entrada.

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