-Hay tantas canciones que me recuerdan
a ti- le dije, mientras paraba la música, sin atreverme a mirarle a
los ojos, porque no me apetecía perderme en ellos.
-Yo tengo una canción creada
especialmente para acordarme de ti.- Le miré, confusa- Esa que
guarda el sonido de tu risa, tus susurros en el teléfono a las
tantas de la mañana para que nadie se despierte con el sonido de tu
voz, ese portazo la primera vez que discutimos, el sonido de la
lluvia, que me recuerda a nuestro primer beso.. Un pedazo de una
canción en ingles que me cantaste al oído al poco tiempo de
conocernos, el sonido de tus tacones, que me recuerda a ese primer
baile en plena calle, cuyo único testigo fue la luna.- Se quedó en
silencio y nuestros ojos se encontraron- Es una pena no poder grabar
esa canción, no poder tenerla como tono para cuando me llames, ni
poder escucharla cada día antes de dormirme.
Ambos sonreímos.
De repente cogí papel y lápiz, se
quedó embobado, mirándome, preguntándome con la mirada "que hacia".
-La estoy escribiendo, la canción,
digo.- le dije, sonriendo, contestando a su pregunta no formulada- Es
mejor que cualquier otra canción, seguro.
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