miércoles, 16 de octubre de 2013

16 de octubre

Algo en sus profundos ojos marrones me decía que no era tan malo como parecía.
Sus brazos se convirtieron en uno de mis lugares favoritos de este mundo, en una lista encabezada por las sonrisas más cálidas que jamás había visto.

Nunca podré decir si fue una opción el hecho de dejarse llevar, no luchar contra la corriente, dejar que ocurriese lo que debía ocurrir. Porque nada era seguro, pero valía la pena conducir.



Parecía que los tres metros sobre el cielo se nos quedaban cortos, aunque luego la caída fue mucho más grande.
Pero era de esperar.

10 comentarios:

  1. Queremos y creo que debemos pensar que vivir a tres metros sobre el cielo es lo normal en esa situación ya que si no lo hiciéramos habríamos perdido la ilusión de enamorarnos, de creer que la otra persona es nuestra persona... y de que hay finales felices...
    Aunque claro, se basa en el ensayo y error... u.u

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  2. Cuando estás tan alto, la caída se hace muy fuerte. Me ha gustado mucho tu entrada.
    ^^
    Si te quieres pasar también tengo un blog :)

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  3. Yo con dos cm sobre el suelo ya pego unos talegazos al caer...

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  4. Nada, que de acuerdo absolutamente con el comentario de arriba..valientes los que aman..luego, si sale mal..lo vivido está en la piel..lamerse las heridas y volver a empezar. un beso.

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  5. No recuerdo ya ni la cantidad de veces que empiezo a escribirte un comentario diciendote ' Me encanta la manera en la que con pocas palabras haces llegar tanto' Y es que siempre que te termino de leer se me dibuja una sonrisa, de entre orgullo y un 'joder, que razón tiene'

    Respecto a la entrada, no puedo estar más de acuerdo, y es que mientras más sufras más feliz serás después, el porblema es cuando disfrutas y después te toca llorar.

    Un beso enorme :)

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  6. "Sus brazos se convirtieron en uno de mis lugares favoritos de este mundo" me encanta

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  7. Nada dura para siempre, dicen..salvo el amor que debe ser...
    Bendiciones...

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  8. No te fies nunca de los profundos ojos marrones.

    Un beso

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  9. Al menos, cuando lo esperas, tienes tiempo de coger un paracaídas.

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  10. A veces caer es inevitable: a veces hasta caemos por gusto.
    Un abrazo muy grande, N. Hacía mucho que no me pasaba, te pido perdón. Estoy de erasmus y la verdad es que estoy necesitando algo de tiempo para encontrarme a mí misma y habituarme al cambio. Hoy tengo ganas de escribir, así que intentaré desoxidarme un poco.

    Al abrir la cuenta de blogger me has salido en las noticias, y no he podido evitar sentir nostalgia de leerte a todas horas, así que aquí me tienes :)

    Un abrazo congelado desde Polonia! Sigue escribiendo, yo siempre volveré a leerte, tarde lo que tarde ^^

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