sábado, 30 de noviembre de 2019

Boa noite

No fue por ti.
Tampoco por mi.

Seamos realistas: ninguno de los dos éramos lo que el otro buscaba.

Fuimos dos personas que coincidimos en un momento determinado de nuestras vidas. No para quedarse, sino para avanzar. No para enamorarse, sino para aprender. Y a pesar de ello creamos algo tremendamente especial.

Yo, que nunca he entrado en convencionalismos moderno-sociales, en utilizar pronombres posesivos, ni tampoco he creído en poner etiquetas no necesarias cuando la realidad es fácilmente visible, puedo confirmar que he empezado a creer lo siguiente:

Fuiste aquello que se describe como un "chico puente".

Chico puente, dícese de aquél que marca un antes y un después. Al que nunca olvidarás pero con el que tampoco te quedarás, que se presenta en un momento de transición de tu vida y te acerca un paso -o dos- a la persona en que te convertirás en un futuro.

Pero, cariño, lo fuiste en la mejor de sus versiones.

2 comentarios:

  1. Intenso, bonito.
    Encontré tu blog y me gustó mucho, así que te sigo :)
    Por mi parte te cuento que volví a blogger, así que espero que puedas pasar a chusmiar!
    Un beso grande

    Samy
    https://bonjoursamy.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. Yo siempre relacioné, en mi caso, a una chica puente con aquella que no es lo que buscaba (y ella tampoco) pero al suceder después de una relación profunda cuya ruptura te deja algo tocado en el fondo hace que superes el tema en cierta manera. Tú sigues algo tocado por tu ex y de pronto aparece alguien que hace que te olvides de lo anterior por un tiempo. Por lo que veo no es tu caso (o no tienes la misma concepción), pero por otra parte si alguien a pesar de no ser lo que buscabas te ha marcado, eso es especial, y por tanto la ruptura aunque sabes que era algo inevitable escuece. En mi caso cuando ha habido una chica puente ha sido algo breve, y después ha venido una relación más o menos larga con otra persona. En fin, qué sea leve.

    ResponderEliminar