domingo, 16 de junio de 2013

Y sigo soñándote, a veces

Hoy me he dado cuenta de que, siempre que te escribo, son las 5:15 de la mañana (y una hora menos en canarias). Y he recordado que, a esa misma hora, un día estaba haciendo la maleta, llenándola de sueños, ilusiones, arena de esa playa, recuerdos (in)olvidables y sonrisas enfrascadas.
No consigo conciliar el sueño, esperando que golpees mi puerta con tus nudillos, como esa noche de verano, en 2009. El mejor verano de mi vida, te lo aseguro.
Me abruma pensar que este verano habrán pasado 3 agostos desde esa madrugada y parece que poca gente te recuerde. Porque yo sí lo hago (y te lo repito, por si no lo sabes).

En realidad no sabría que decirte, si pudiese hablarte. Que sigo creyendo en el destino, y en las casualidades. Que siguen gustándome los chicles con sabor a fresa, pero que prefiero los de menta. Que la música se ha convertido en una parte fundamental en mi vida. Que me gustaría que aún pudieses estar aquí, y conocer lo que yo he conocido, a quien he conocido.
Que ya no soy la misma, desde ese día.
Que no he cambiado, tampoco.
Y que te echo de menos.

4 comentarios:

  1. muchas veces con la última frase, ese "y te echo de menos", se puede resumir todo lo anterior (:

    ResponderEliminar
  2. Esa sensación... es claro una vez mas que no se tiene todo lo que uno quiere...
    Yo como tu, le hecho de menos y quisiera no hacerlo =) porque nunca tendré la esperanza de la respuesta.
    Tu texto, me puso de luto, es muy nostalgico y lo que tiene de bello lo tiene de triste.
    Te envío un saludos.

    ResponderEliminar
  3. Me encanta tu manera de expresarte. Tu manera de decir lo que sientes, sin miedo a lo que piensen los demás...
    Porque cada vez que leo tus frases, no puedo resistirme a copiarlas y pegarlas en un documento. En un documento sin fin, repleto de sueños...
    Sin duda, no he visto otro blog igual.

    ResponderEliminar