Huyamos a un lugar donde no exista la distancia, ni los imposibles. En el que hablemos en un susurro, por miedo a que todo se rompa.
Donde desaparezca el frío, bajo las sábanas de tu cama. Donde las sonrisas duren años y las lágrimas sean breves.
Vuelve, y quédate aquí. Explícame porque siento como si te hubiese echado de menos todo este tiempo. No pronuncies "para siempre"s, ni hagas promesas quebrantables.
Arranca el coche, sin mirar atrás, y llévame a tu rincón favorito de este mundo. Baja las ventanillas y déjate llevar con el viento cuando éste nos acaricie.
Grítale al mundo lo que sientes, o que "lo sientes".
Pasa tu mano por mi pelo, haciéndome quererte, sin darme cuenta.
Y, luego, búrlate de mi, porque me he vuelto una cursi.
E invítame, si quieres, a ver una película de esas que prometen
besos dulces
y palomitas saladas.